Para ser feliz en la vida y tener éxito es importante que nos fijemos metas a seguir. Una vez que sepamos hacia dónde dirigirnos y dónde nos encontramos en este momento, solo nos resta saber cómo llegar a donde queremos desde donde estamos y dar los pasos necesarios. No solo es importante fijarnos metas, sino que también es fundamental que las definamos de manera específica debido a la forma en que funciona nuestro cerebro. A estas metas se les denomina “resultados bien construidos”. Además, debemos concebirlas como “directrices bien formadas”. La razón es que cuando logramos un resultado deseado, se acabó, ya no hay más. ¿Y ahora qué? Por ejemplo, la persona que quería publicar un libro. Después de lograr publicarlo, ¿Qué hace? La vida continúa. Mientras que cuando uno va con un sentido de dirección, uno sigue progresando, perfeccionándose y sintiéndose cada vez mejor. Hay que tener un sentido de continuidad ascendente en cuanto a los logros de uno mismo en distintos planos de la vida: profesional, laboral, afectivo, financiero, bienestar físico, etc.
Una cosa es deshacerse de un problema y otra muy distinta es lograr un objetivo. Lo primero es un paso necesario para lo segundo.
“Lo mejor del pasado es que ya pasó.
Lo mejor del presente es que es un regalo.
Lo mejor del futuro es que está por venir.”
Richard Bandler
Las directrices bien construidas deben ser lo que Ud. realmente quiere y no lo que no quiere. Deben ser específicas y estar asentadas en los sentidos. Ud. tiene que ser capaz de identificar cuando va en la dirección correcta. Ud. debe saber qué es lo que podrá ver, oír y sentir cuando logre el resultado y cuando está yendo en el sentido correcto. Es decir, en la mente hay que anticiparse al resultado, al logro del objetivo. La dirección a seguir es algo que Ud. controla y algo que realmente puede lograr.
Hay algunas preguntas claves que le van a ayudar a tener claridad respecto a resultados y directrices bien construidas.
A continuación algunos ejemplos:
Positivo
- ¿Qué quiere Ud.?
- ¿Qué dirección quiere tomar? ¿Hacia dónde?
Específico
- ¿Qué quiere Ud. exactamente?
- ¿Qué dirección específica quiere tomar?
Base sensorial
- ¿Cómo va a saber Ud. que va en esa dirección?
- ¿Qué va a estar delante de sus ojos, en sus oídos y sensaciones?
Control
- ¿En qué medida ir en esta dirección está bajo su control?
Consecuencias
- ¿En qué medida le afectará a Ud. en el corto y largo plazo ir en esta dirección?
La mayoría de las personas saben lo que es correcto pero no lo hacen no más. En el fondo, tomar una decisión acertada se trata de aprender a pensar sobre las cosas imaginando el resultado o consecuencia con cierto detalle, pero no demasiado. Hay que anticiparse a la situación futura.
Para tomar buenas decisiones, también es necesario saber cuáles son nuestros valores y qué estamos dispuestos a transar o perder para el logro de un objetivo superior. Lamentablemente los valores de muchas personas no tienen una jerarquía y esto es fundamental para poder priorizar. Por eso hay tanta gente confundida e infeliz.
Por otro lado y, al mismo tiempo, cuando nuestra motivación es grande, encontramos la forma de lograr lo que deseamos. A veces creamos los mecanismos. Todo se reduce a tener una voluntad firme y decidida. Esta voluntad unida a un foco claro, el hecho de centrarse en lo que uno quiere lograr, y a la imaginación vívida hace que la meta esté cada vez más cerca de ser alcanzada. Antes de que nos demos cuenta el logro llega.
Muchas gracias, Gerti, por tocarnos esta «campanitas» tan importantes… Un abrazo, Cecilia
Me gustaLe gusta a 1 persona